Vamos a trasladarnos imaginariamente a Argentina, es el año 2013 y yo soy un exitoso estilista transexual que por esas fechas ando muy contento porque al fin aprobaron la ley a favor del reconocimiento a la identidad de género a mujeres y hombres transexuales.
Muchísimos amigos y amigas mías al fin pudimos acceder al cambio registral y de esa manera pudimos sentirnos más mujeres o más machos (con pelo en el pecho incluido). Ahora al fin puedo ser reconocido ya no como Enrique, sino como Enriqueta.
Sin embargo no todo es felicidad, porque mis datos y los de mis compañeros y compañeras del gremio no fueron actualizados oportunamente en los padrones electorales, así que no puedo sufragar en las elecciones legislativas, ante este atropello a nuestros derechos acudimos a las organizaciones pro derechos homosexuales y transgenero a fin de presentar un recurso de Habeas Data ante la justicia de nuestro país (es que la unión hace la fuerza), en resguardo del derecho constitucional al voto. Y aquí empieza el tema de hoy, ¿Qué es el Habeas Data?
No voy a enredarte con la parte dialéctica de este tema, que para eso existe harta documentación en sitios más formales y serios que este blog, recuerda que aquí los temas se tocan desde un punto de vista más relajado; sigamos entonces con el concepto.
El Habeas Data es un recurso legal que está a disposición de todas las personas y mediante la cual éstas pueden acceder a un banco de información que contenga datos personales sobre sí mismas y exigir que se corrijan parte o todos los datos, en el caso que estos les ocasiones algún perjuicio o sean erróneos.
En este caso del gremio homosexual, el Habeas Data se justificaba, pues la no inclusión en el padrón electoral de mis datos como Enriqueta, me impedía elegir al candidato de mi preferencia (al más guapo).
El Habeas Data constituye entonces una garantía de que nuestra información personal que se encuentra en poder de terceros sea adecuadamente manipulada. Así se impide la mala administración y publicación de nuestros datos.
Supongamos que el salón de belleza me va tan bien que planeo abrir otro local más amplio y en una zona céntrica de la ciudad, para ello necesito capital y decido acudir al banco por un préstamo, pero como anteriormente había tenido un préstamo que demoré en cancelar, tengo el temor de que ese mal antecedente influya de forma negativa en la actualidad; pues bien, con el Habeas Data puedo conocer, además de actualizar y modificar la información que se divulgue sobre mi persona en los diferentes bancos de datos o los archivos públicos además de los privados (recordemos que todos tenemos derechos sobre nuestra información personal). De esta manera puedo exigir que, pasado el periodo de caducidad de la información, se borren todos los detalles negativos de mi historial crediticio.
En fin, hay tanto por decir sobre el Habeas Data que me quedo corto con este breve relato, de tu parte queda investigar y profundizar en el tema.
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